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Este espacio virtual "Aula Virtual", es diseñado para los docentes, administrativos, directivos y/o personal de apoyo de la educación básica ya que requerimos incorporar las TIC en búsqueda de mejorar la calidad educativa en la práctica escolar haciendo uso de esta como potencial para mejorar el aprendizaje y la enseñanza en nuestro que hacer diario. Es decir esta Aula virtual forma parte de un proyecto escolar con el objetivo de crear nuevas formas de comunicarnos, propiciar el intercambio de conocimientos y reflexionar la importancia de un conocimiento globalizado donde todos y cada uno de los participantes enriquecemos el espacio partiendo del intercambio de información.
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jueves, 13 de octubre de 2011

Práctica Docente y Reforma Integral de la Educación Básica III

“Evaluación de la Práctica Profesional”

La actividad docente y el trabajo del alumno forman parte de un acto didáctico, en el que confluyen dos procesos claramente definidos por la literatura pedagógica actual: el del aprendizaje y el de la enseñanza; en este sentido la evaluación como herramienta de los procesos de enseñanza-aprendizaje, permite al docente saber qué es  lo que ocurre en los estudiantes, conocer que sucede cuando se sigue tal o cual procedimiento, identificar las causas que limitan el proceso de aprendizaje y reflexionar que provoca permitir los avances del alumno. La evaluación hacia el alumno implica que el docente tome decisiones para mejorar las buenas prácticas pedagógicas, donde es indispensable  reconocer ¿cuál es el verdadero  objetivo de evaluación?, ¿saber de qué evaluación estamos hablando? y ¿qué se requiere hacer con la evaluación?

Castillo y cabrerizo (2009) resaltan que tradicionalmente la evaluación  en educación en el país, se ha venido casi con exclusividad al rendimiento del alumno y más concretamente a los conocimientos adquiridos, hoy en día  la evaluación se ha extendido en el sistema educativo,  en los programas escolares, la eficiencia del profesor, aprendizaje y hábitos intelectuales del alumnado, las técnicas o procedimientos, materiales didácticos,   el sistema educativo en conjunto y hasta la propia evaluación (metaevaluación), todo estos inmersos para la mejora de la calidad de la educación, pensar en medir la calidad de la educación obliga a reflexionar sobre la necesidad de analizar el problema de otra manera “La educación debe mantenerse claramente como su capacidad de proporcionar a los alumnos la capacidad de resolver problemas y seguir aprendiendo, y el desarrollo de valores y actitudes acordes con una sociedad que desea una vida de calidad para todos sus habitantes” Velásquez (2010).

Para elevar la calidad del aprendizaje se requiere evaluar sistemáticamente el desempeño de los actores involucrados de los sistemas educativos, que permitan  lograr la transformación educativa que se requiere,  ya que la evaluación es una de las herramientas más poderosas para mejorar la calidad de la educación, como  señala el Plan de Acción Nacional 2007-2012, “Se ha comprobado en todos los países que han logrado elevar el desempeño de sus sistemas educativos por medio  de la evaluación con métodos probados internacionalmente, que sin duda, el mejor camino es asignar estímulos tanto a las escuelas como al personal docente”, y como respuesta a lo que propone el plan de acción nacional en el eje 3 de Igualdad de oportunidades, la Secretaria de Educación pública ha diseñado un mecanismo de evaluación a partir de un contexto verdadero, ya que las investigaciones realizadas por la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) permiten al docente identificar los aprendizajes que las alumnas y alumnos han construido, lo mismo que para detectar aquellos que se les dificultan, dichas investigaciones ponen en manifiesto la dificultad del alumno en el desarrollo del dominio de lectura, escritura y la habilidad para resolver operaciones algebraicas; dichos resultados permite identificar la calidad de aprendizaje que existe en las escuelas de educación básica del sector púbico y privado, donde los éstos son publicados; con el fin de realizar un juicio crítico  y permite dar trasparencia al rendir cuentas de los resultados del aprendizaje a la sociedad; dichos resultados obtenidos de las evaluaciones tienen como finalidad la búsqueda del éxito de los alumnos, que es también nuestro éxito profesional en cuanto docentes, y no el fracaso, Morales (2009).

Para la Secretaria de Educación Pública (S.E.P), ENLACE es un instrumento sumamente valioso que nos permite conocer a los docente qué tan eficaces estamos siendo en nuestro quehacer diario, qué tanto nuestros niños y jóvenes dominan los conocimientos y habilidades contenidos en los planes y programas de estudio y las competencias adquiridas a lo largo de su trayectoria escolar. Castillo y Cabrerizo, (2009) señalan algunas observaciones que deberían ser consideradas al evaluar  los procesos de aprendizaje y enseñanza  los cuales son:

  1. En el ejercicio de la profesión docente y educativa siempre hemos de pensar en positivo y con una disponibilidad abierta al cambio, cuando este conlleve una mejora sustancial en nuestra actividad profesional y, sobre todo, sea beneficioso para nuestros estudiantes.
  2. La evaluación de los procesos de aprendizaje  y de enseñanza siempre ayudará al profesorado a renovarse, lo que redundará en aprovechamiento de los estudiantes.
  3. La práctica docente en la nueva cultura evaluadora ha de ser más abierta, dialogada y participativa, que fundamente y regule la actuación didáctica y pedagógica del profesor.
  4. El estudiante  debe asumir su parte de responsabilidad, autoexigirse y tener afán de superación.
  5. El profesor debe de diseñar las actividades de evaluación, de forma de que esté plenamente integrada en los procesos de aprendizaje y de enseñanza, teniendo en cuenta que la acción evaluadora forma parte de ellos.
  6. No confundir la evaluación con la aplicación de pruebas o exámenes; ni la evaluación continua, con exámenes continuos o más frecuentes. Evaluar es mucho más que examinar y poner calificaciones, finalmente  es, tener la capacidad suficiente para tomar las decisiones que sean necesarias.
  7. Hay que seleccionar los instrumentos de evaluación acordes a cada caso y situación, teniendo en cuenta que hay muchos y de muy variado tipo, y que cualquier material y recurso didáctico utilizado por el profesor en su práctica diaria,  que le proporcione información sobre el proceso de aprendizaje de  un alumno, se convierte en instrumento de evaluación. 
  8. De los instrumentos de evaluación deben aprender todos los que han estado implicados en ella, sobre todo, el profesor y los alumnos.
  9. La evaluación no debe servir exclusivamente para determinar que estudiante fracasa y quiénes tienen éxito, sino que por el contrario, debe aportar información que explique por qué produce resultados en término de éxito y de fracaso.
  10. La evaluación no debe ser responsabilidad exclusiva del profesor. El proceso de evaluación, en tanto inmerso en los procesos de aprendizaje y de enseñanza, debe ser una actividad compartida entre el profesor, padres de familia y alumno.

Sin embargo, el logro educativo está estrechamente relacionado con las condiciones socioculturales de las familias de los estudiantes, independientemente de la escuela a la que asistan ya sea pública o privada; donde la familia forma preferencias, crea disciplina, valores, hábitos y comportamientos autorregulados en los estudiantes y apoya el aprendizaje en casa, lo anterior hace que sea necesario transformar el sentido e importancia que los padres de familia otorgan a la evaluación, que les permita contar con conocimientos y herramientas para apoyar a sus hijos y a las escuelas, propiciando con ello la calidad educativa Velásquez y Gerlach (2010). Para que esto se logre se requiere de docentes re-profesionalizados, donde permita transformar el quehacer docente y éste sea más acorde a las necesidades del momento y  las exigencias de la sociedad actual;  el  tomar conciencia de lo que sucede en los estudiantes, realizando una  evaluación continua  que permita detectar los campos de éxito y los retos, con el fin de generar buenas prácticas al compartir dichos resultados con la comunidad educativa y con la participación de los padres de familia.

Considerando que papel del docente es fundamental para lograr mejorar la calidad de la educación, éste  requiere desarrollar nuevas competencias en la exigencia de del siglo XXI; ya que  se visualiza a un profesor que organiza y anima situaciones de aprendizaje, gestiona la asimilación de conocimientos e involucra a los alumnos en los proceso de enseñanza-aprendizajes.  Para Reimers (2006) “el maestro debe tener un conjunto básico de cualidades: a) ser hábil para enseñar, de forma que los alumnos comprendan; b) sensible a los estudiantes inquisitivos; c) capaz de establecer normas claras para el trabajo académico; d) amable con los estudiantes y; e) capacidad de transmitir a los alumnos la expectativa de que trabajen duro y alcancen niveles altos de desempeño”.  

Para mejorar la calidad de la educación, el Plan Nacional 2007-2012 ha   establecido objetivos y estrategias nacionales, que serán la base para los programas educativos sectoriales, especiales, institucionales y regionales,  dichas estrategias nos habla de una transformación educativa  que su intención consiste en fortalecer las capacidades de los maestros para la enseñanza, la investigación, la difusión del conocimiento y el uso de nuevas tecnologías, estímulo al aprendizaje, fortalecimiento de los valores éticos de los alumnos y transmisión de conocimientos y habilidades para el trabajo. Para lograr este objetivo  Hernández, (2006) considera que se requiere que el aprendiz alcance una base de conocimientos bien estructurados, un contexto motivador adecuado, su actividad y la interacción con los demás. Para lograr dichos objetivos es necesario que el docente adquiera el compromiso de saber afrontar el reto de poder involucrar tanto el entorno, las condiciones físicas, tecnológicas, la profesionalización en la enseñanza así como otras variables, donde la  docencia esté orientada a la formación de competencias puestas en acción de la reflexión y de la autorreflexión; Logrando lo anterior mediante el análisis, la deliberación, el debate y la interpretación  en torno a las estrategias de enseñanza, que  permita  lo mejor de su desempeño profesional en las áreas del  dominio curricular, actualización docente, generación de ambientes de aprendizaje, recursos didácticos y la evaluación por competencias;  cuyas acciones se centran en realizar lectura y análisis de los programas vigentes, participación en los intercambios de experiencia profesionales, asistencia  a talleres de fortalecimiento y de formación continua, dominio y uso adecuado de los recursos didácticos, diseño de instrumentos de evaluación y de realización de diagnóstica y  enseñanza contextualizada en atención a la diversidad que fortalezca la educación.


Referencias:

 Instituto Nacional para la Evaluación del Educación, (2008). “Factores asociados al aprendizaje de estudiantes de 3o de primaria en México”, 2008, México D.F.  
Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, (2007). “Plan Nacional del Desarrollo 2007-2012,”  Presidencia de la República, México D.F

Secretaría de Educación Pública, (2011). “Resultados Prueba ENLACE 2011 Básica”, Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, México D.F

Velásquez y Gerlach (2010)  “Consideraciones sobre calidad  y evaluación en la educación” Memoria Académica de la Universidad Pedagógica Nacional de Sonora. 

Castillo y cabrerizo (2009) “Evaluación Educativa de aprendizajes y competencias”  Person Educación, S. A Madrid España pág. 193

Morales (2009) “La evaluación formativa” Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Madrid España pág.4



Hernández (2009) Reseña de "CALIDAD DEL APRENDIZAJE UNIVERSITARIO" Revista Interuniversitaria de Formación de Profesorado, Vol. 20, Núm. 3, 2006, pág. 329, España